03 de enero de 2024
¿SER DIFERENTES O INDIFERENTES?
Nuestros productos y servicios, necesitan desarrollarse en torno a tres fases:
Los productos que logran presentarse a través de ideas creativas, distintivas y reales, tienen el potencial de generar impacto emocional, diferenciar su marca con respecto a la de sus competidores y crear una impresión duradera en la mente del consumidor.
De este modo, si se consigue crear un buen producto/servicio, que se conozca y que además proyecte una comunicación diferenciadora y real, se habrá llegado a un objetivo más que interesante.
La publicidad está para esto. Para que nos conozcan de una forma real y diferente. Diferente para generar impacto y real para establecer confianza. No es conveniente inventarse la diferenciación de manera artificial. El consumidor de hoy percibe cuando algo es diferente de verdad y cuando simplemente se trata de mero artificio para captar su atención.
Hay ideas muy emocionantes que rápidamente arrancan una sonrisa o un sentimiento que empatiza con el receptor pero ... ¿son por si mismas estas ideas las que consiguen la diferenciación? Pues no siempre. Dependen de la relación real y estrecha que establezcan con el producto que comunican. Hay campañas muy creativas, divertidas e impactantes que se olvidan muy rápido y otras que en realidad no sabemos ni lo que nos han anunciado. ¿Son creativas? Por supuesto. ¿Son efectivas? ... pues lo dudo.
La buena difererenciación, al igual que la buena publicidad, radica en saber transmitir personalidad real y diferente, a través de una suma de ideas bien planteadas y cohesionadas.
Las marcas memorables son las que están siempre ahí, comunicando su realidad y ofreciendo su propio enfoque a través de la comunicación.