Muchos emprendedores y empresas se plantean para sus negocios una web llena de contenidos y funcionalidades. Con el tiempo es frecuente la búsqueda de la simplificación y el enfoque diferencial. Y es que mejorar algo significa saber elegir y quedarse solo con lo esencial, lo diferenciador.
Una web sencilla y a medida es la herramienta de trabajo más eficiente que puede tener, a día de hoy, cualquier emprendedor o PYME para diferenciar su negocio y comunicarse con sus clientes. ¿De qué sirve tener una herramienta tecnológica de la que no se sacará partido en su totalidad o que genere un flujo de trabajo complejo?.
¿Qué beneficios tiene disponer de una web sencilla y a medida, tanto desde el punto de vista gráfico, como desde el punto de vista técnico?
- Simplicidad y personalidad propia. Se ve claramente cuando una web ha sido diseñada y programada a medida. Es diferente a las demás y por tanto mucho más corporativa, con personalidad propia. Son muy adecuadas para nuevos negocios que necesitan diferenciarse y para PYMES que quieran centrar su estrategia visual en su identidad gráfica.
- Facilidad de gestión. Disponer de una herramienta de administración sencilla ayudará a crear, retocar o cambiar contenido en cualquier momento y desde cualquier lugar o dispositivo. Porque el contenido de las webs debe ser dinámico y siempre en constante evolución, en función del feedback que vayamos incorporando.
- Optimización del mantenimiento. Cuanto más sencilla, más segura y más fácil de mantener. Es muy importante tener la web siempre “a punto” y alineada con lo actual.
- Economía. La sencillez, bien planteada, es sinónimo de optimización económica. Desprendámonos entonces de lo accesorio. Empecemos a trabajar con las ideas claras y en aquello que es esencial para que la web funcione.